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Arteriosclerosis, infartos cardíacos y apoplejías

Enfermedades coronarias: los hechos

•Uno de cada dos hombres y mujeres del mundo industrializado fallece como consecuencia de la arteriosclerosis en las arterias coronarias (causa del infarto cardíaco) o en los vasos por los que circula la sangre que riega el cerebro (causa de la apoplejía). El enorme aumento de estas enfermedades cardiovasculares se debe principalmente al hecho de que hasta la fecha no se conocía suficientemente la verdadera naturaleza de la arteriosclerosis y los trastornos coronarios.

Cerebro con arterioesclerosis y lesion arterial

•En la mayoría de los casos, la medicina convencional no puede hacer más que combatir los síntomas de estas enfermedades. Para aliviar la angina de pecho se recetan antagonistas del calcio, betabloqueantes, nitratos y otros fármacos.

Se utilizan procedimientos quirúrgicos (angioplastia, cirugía de bypass) para mejorar la circulación sanguínea de forma mecánica. Pero la medicina convencional raramente remedia verdaderamente el problema subyacente: el debilitamiento de la pared del vaso sanguíneo que conduce al depósito arteriosclerótico.

•La medicina nutricional introduce un cambio radical en el conocimiento de las causas de estas enfermedades y ofrece una prevención y un tratamiento eficaces. La principal causa de estas enfermedades y de otros tipos de arteriosclerosis radica en una deficiencia crónica de vitaminas y de otros nutrientes esenciales en millones de células de las paredes de los vasos sanguíneos. Esto se manifiesta en una desestabilización de las paredes de los vasos sanguíneos, la aparición de lesiones y grietas, la formación de placas arterioscleróticas y, en su caso, puede dar lugar a un infarto cardíaco o una apoplejía.

Puesto que la carencia de nutrientes esenciales en las paredes de los vasos es la causa principal de las enfermedades cardiovasculares, una ingestión diaria correcta de estas sustancias es el primer paso hacia la prevención de la arteriosclerosis y la reparación de los daños sufridos por las paredes de los vasos sanguíneos.

¿Que es la arteriosclerosis?

Es importante comprender que las placas arterioscleróticas se han venido formando a lo largo de muchos años, a diferencia del coágulo que puede aparecer en cuestión de minutos o segundos. Por todo ello, es fundamental que la protección eficaz contra los infartos cardíacos se inicie lo antes posible, a fin de evitar la formación de depósitos arterioscleróticos. La arteriosclerosis no es una enfermedad exclusiva de personas de edad avanzada. Los resultados de un estudio basado en una muestra de soldados que perdieron la vida en las guerras de Corea y Vietnam dieron a entender que casi el 75% de las víctimas ya había desarrollado cierta forma de arteriosclerosis a los 25 años o incluso antes. Este descubrimiento fortuito deja entrever hasta qué punto los jóvenes ya pueden haber desarrollado cierta forma de arteriosclerosis, sin síntomas aparentes.

Arteria Normal y Vena

El debilitamiento biológico de las paredes arteriales, provocado por una carencia vitamínica crónica, constituye la principal causa de la aparición de depósitos arterioscleróticos. El depósito arteriosclerótico es la consecuencia de esta debilidad crónica. Tiene una función compensadora y estabilizadora en el sentido de que sirve para fortalecer las paredes debilitadas de los vasos sanguíneos.

La reversión natural de las enfermedades cardiovasculares

1. Estabilidad de la pared arterial gracias a una óptima producción de colágeno. Las moléculas de colágeno presentes en nuestro cuerpo están compuestas por aminoácidos.

Arterioesclerosis, Practicamente no hay circulacion sanguinea, por la escasa luz del interior de la arteria.

El adecuado aporte de nutrientes es un factor decisivo para la óptima regeneración de los tejidos conjuntivos de las paredes arteriales y, por tanto, para la curación natural de las enfermedades cardiovasculares.

2. Reducción del ”tumor” de células musculares de la pared arterial. Siempre y cuando se garantice un aporte adecuado de nutrientes esenciales, las células musculares de las paredes arteriales fabrican las cantidades necesarias de colágeno funcional, asegurando de esta manera la estabilidad de dichas paredes. La carencia vitamínica, al contrario, hace que las células musculares de las paredes arteriales produzcan moléculas de colágeno erróneas y defectuosas.

3. Protección ”teflón” de la pared arterial y desintegración de las placas de sustancias grasas depositadas en las paredes arteriales. Las lipoproteínas son las moléculas de transporte gracias a las cuales el colesterol y las demás moléculas de grasa circulan en la sangre y se depositan en las paredes arteriales. Durante mucho tiempo se pensó que la molécula de transporte más decisiva para el depósito de grasas en las paredes arteriales era la LDL (lipoproteína de baja densidad o ”colesterol malo”). Sin embargo, ahora sabemos que la molécula de transporte más peligrosa no es la LDL, sino una variante llamada lipoproteína (a). La letra (a) se refiere a ”adhesiva” y caracteriza a una proteína adhesiva complementaria que rodea las LDL. Debido a esta proteína de carácter adhesivo, las moléculas lipoproteínicas (a) se van acumulando en el interior de las paredes arteriales. Se puede concluir, pues, que no son el colesterol ni el nivel de colesterol-LDL los que determinan el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular sino la cantidad acumulada de moléculas lipoproteínicas (a).

Por todo ello, el primer objetivo terapéutico destinado a prevenir el depósito de grasas en la pared arterial consiste en neutralizar la adhesividad de las moléculas lipoproteínicas, evitando que éstas se adhieran a la parte interior de las paredes arteriales. Es lo que hacen las sustancias ”teflón” en las paredes arteriales. Ya ha sido identificada la primera generación de agentes ”teflón”. Estas sustancias forman una capa protectora en torno a las moléculas lipoproteínicas (a) que provoca un doble efecto: evita que se depositen más moléculas grasas en la pared arterial y disuelve las moléculas lipoproteínicas adheridas a la pared arterial. El desprendimiento de las moléculas de grasa que forman la placa arteriosclerótica produce una inversión natural del proceso de las enfermedades cardiovasculares. Una a una, las moléculas se desprenden de las placas arterioscleróticas, se incorporan a la circulación sanguínea y se dirigen al hígado, donde son quemadas. Se trata de un proceso natural que no va acompañado de las complicaciones que se producen con tanta frecuencia en el caso de la angioplastia y los demás procedimientos mecánicos.

4. Protección de la circulación sanguínea y las paredes arteriales mediante antioxidantes. Hay otro mecanismo más que favorece el desarrollo de arteriosclerosis, infartos cardíacos y apoplejías: la oxidación biológica. Los radicales libres, moléculas agresivas presentes en el humo del tabaco, los gases de escape y la niebla tóxica, dañan las lipoproteínas presentes en la circulación sanguínea y el tejido de las paredes arteriales. De este modo, hacen que el tamaño de las placas crezca aún más. Los antioxidantes protegen el sistema cardiovascular contra los daños producidos por la oxidación.

5. Eliminación de calcio de las paredes de las arterias: Los sistemas celulares participan en la acumulación y eliminación del calcio de las paredes arteriales, además de controlar la formación y degradación de masa ósea. El funcionamiento de estos sistemas celulares depende de un aporte adecuado de nutrientes. Las imágenes del escáner CT ultrarrápido demuestran que los depósitos de calcio en las paredes arteriales pueden reducirse de forma natural mediante este programa vitamínico.

El colesterol no es sino un factor de riesgo secundario

• En todo el mundo, cientos de millones de personas presentan en la sangre un alto nivel de colesterol, triglicéridos, colesterol- LDL, lipoproteínas (a) y otros factores de riesgo.

Sin embargo, el colesterol y los demás factores de riesgo en la sangre no son más que agentes de carácter ”secundario”, puesto que sólo pueden causar daños a la salud si las paredes arteriales están ya debilitadas a causade las deficiencias vitamínicas. Por tanto, los elevados niveles de colesterol y los demás factores de riesgo presentes en la sangre no son la causa de las enfermedades cardiovasculares sino más bien la consecuenciade un problema ya incipiente.

• La medicina convencional, basada en los productos farmacéuticos, se limita a combatir los síntomas de las enfermedades cardiovasculares, sin tener en cuenta la verdadera causa del trastorno: el debilitamiento de las paredes arteriales. Las campañas de marketing lanzadas para la venta de hipocolesterolemiantes o fármacos que reducen el colesterol convierten este factor de riesgo en el ”chivo expiatorio”.

Hoy en día millones de personas utilizan el más reciente de este tipo de fármacos, las estatinas, que bloquean la síntesis del colesterol, con la esperanza de recibir un tratamiento para su enfermedad. Sin embargo, la debilidad subyacente de las paredes arteriales sigue sin recibir tratamiento alguno. Según la edición del 3 de enero de 1996 del Journal of the American Medical Association(JAMA), estos fármacos producen cáncer y tienen otros efectos secundarios graves, de modo que ”hay que evitarlos siempre que sea posible”.

• La medicina nutricional moderna no sólo ofrece una nueva explicación acerca de los factores que provocan un alto nivel de colesterol en la sangre y otros factores de riesgo sino que, además, propone prevenirlos de manera natural.

El colesterol, los triglicéridos, las lipoproteínas de baja densidad (LDL), la lipoproteína (a) y demás productos metabólicos son recursos reparadores por excelencia y su nivel en la sangre se incrementa como consecuencia del debilitamiento de las paredes arteriales. Si las paredes de los vasos sanguíneos sufren un debilitamiento crónico, la demanda de reparación se hará cada vez mayor y la velocidad con que el hígado produce estas moléculas irá en aumento.

Debido a este aumento de la producción de colesterol y otros factores de reparación en el hígado, el nivel de estas moléculas en la corriente sanguínea crece convirtiéndolas al cabo de cierto tiempo en factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

En resumen, la medida más importante para reducir el nivel de colesterol y otros factores de riesgo secundarios presentes en la sangre consiste en fortalecer las paredes arteriales, reduciendo la demanda metabólica de un aumento de la producción de estos factores en el hígado. Por lo tanto, no es de extrañar que el Programa Vitamínico, aparte de estabilizar las paredes arteriales, contribuya a reducir de una forma natural el nivel de colesterol y otros factores de riesgo presentes en la sangre.

La medicina nutricional nos ayuda a entender mejor el papel desempeñado por los diferentes factores de riesgo y permite determinar el riesgo cardiovascular de cada persona. Los niveles

básicos de colesterol y de otros factores de riesgo presentes en la sangre están determinados genéticamente y no pueden modificarse. Los únicos dos factores que pueden influir en la salud cardiovascular son la dieta y, sobre todo, un aporte de nutrientes esenciales concretos que regulen el metabolismo celular.